EL TRABAJO PLIOMÉTRICO EN EL ENTRENAMIENTO DEL WUSHU - 5
EL ENTRENAMIENTO PLIOMÉTRICO Y EL WUSHU
En los apartados anteriores hemos descrito algunas de las características de los saltos en el Wushu, así como su filosofía de entrenamiento. Para entender la convergencia de modelos que buscamos en el presente análisis, debemos tener en cuenta un método de valoración objetivo que nos permita resolver inicialmente tres cuestiones fundamentales:
• La conveniencia o necesidad de incluir el entrenamiento pliométrico para la mejora del salto en el Wushu.
• De ser conveniente, ¿en qué estructuras y partes del entrenamiento del Wushu podemos aplicar el entrenamiento pliométrico?
La herramienta simple más habitual para monitorear el estrés impuesto sobre el complejo músculo-tendinoso en los ejercicios basados en CEA es el SRI o Índice de fuerza reactiva. Para calcular el SRI debemos medir la altura alcanzada durante un salto con caída y el tiempo de contacto necesario para desarrollar la fuerza requerida para dicho salto.
Los saltos con caída son los ejercicios más populares entre entrenadores de diferentes disciplinas y también los que más estudios tienen asociados en el ámbito de la pliometría. Este ejercicio de caer desde una altura fija y rebotar tras el contacto tiene dos variables fundamentales para la medición que son: el tiempo de contacto y la altura. El RSI quedará determinado como el cociente entre estas dos variables.
Parece lógico que disciplinas que busquen como objetivo una mayor altura de salto (baloncesto, salto de altura, etc.) se centren mayoritariamente en trabajar sobre la variable de la altura, algo que requerirá mayor tiempo de apoyo. Sin embargo, cuando lo que se busca en la disciplina es una mayor velocidad de salto, es muy probable que se deba reducir el tiempo de contacto en el suelo para facilitar la consecución de este objetivo.
En cualquier caso, estos elementos definirán el tipo de ejercicio pliométrico óptimo a aplicar para un desarrollo efectivo de cualquier estructura de cada modalidad deportiva.
En el caso del Wushu nos encontramos con dos posibles objetivos directos:
1. Si lo que pretendemos es mejorar la potencia en las acciones de pateo, necesitaremos poner el foco en ejercicios efectivos con el menor tiempo posible de contacto.
2. Si nuestro objetivo es aumentar el tiempo efectivo de vuelo en el salto para incluir el mayor número de acciones posibles en el aire, necesitaremos trabajar sobre ejercicios con mayor tiempo de apoyo para lograr saltos de mayor altura.
Veremos esto con más detalle en las propuestas de convergencia que aportamos al final de la presente serie. Debemos pues establecer una escala óptima de tiempo de contacto y de altura de salto para organizar y jerarquizar de forma efectiva los niveles apropiados que delimiten nuestros objetivos en el programa de entrenamiento y en la práctica.
Podemos comenzar por definir como se agrupan los trabajos pliométricos en base a sus características estructurales y a los resultados derivados de su puesta en práctica. A partir de ahí podremos ver dónde encajan en nuestro entrenamiento para conseguir estos objetivos:
• Ejercicios de respuesta rápida: Son secuencias cortas y rápidas en las que prima la velocidad de la acción sobre la fuerza. Un ejemplo de este tipo de ejercicios son los realizados con escalera horizontal aplicando movimientos rápidos dentro o fuera de los cuadrados según se articulen los ejercicios propuestos por sesión.
• Ejercicios de respuesta corta: Son secuencias cortas y con mucha fuerza en la que la frecuencia de ejecución es baja. Un ejemplo de este tipo de ejercicios es la Zancada con salto.
• Ejercicios de respuesta larga: Son secuencias de mayor amplitud de movimiento con mayor tiempo de apoyo, pero con mayores exigencias de fuerza aplicada por repetición. El salto desde sentadillas o el de cajón son ejercicios que podemos enmarcar en esta categoría.
En cada uno de estos modelos conseguiremos afectar de una forma u otra a las variables que más nos interesa desarrollar que serán, para el objetivo 1 (mejorar la potencia en las acciones de pateo) los modelos de respuesta rápida (menor tiempo de contacto en el suelo) y para el objetivo 2 (aumentar el tiempo efectivo de vuelo en el salto) los ejercicios de respuesta larga (mayor tiempo de contacto en el suelo). Como modelo coadyuvante de ambos objetivos, son aplicables los ejercicios de respuesta corta.
La necesidad de especificidad mecánica, metabólica y psicológica del entrenamiento nos obliga a contextualizar el modelo aplicado, así como a programar correctamente este entrenamiento sin interferir los otros elementos que precisamos desarrollar en el conjunto de la práctica.
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