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Análisis de A study of physical education de Máo Zé Dōng. Tercera parte

Texto original de la introducción

1. AN EXPLANATION OF PHYSICAL EDUCATION.

Physical education helps to maintain life. East and West differ in their interpretations of it. Chuang Tzu followed the example of the cook, Confucius drew on the lesson of the archer and the charioteer. In Germany, Physical education has gained the greatest popularity. Fencing has spread all over the country. Japan has bushido. Moreover, recently, following the traditions of our country, judo has developed there to an admirable degree. When we examine these examples, we see that they all begin with the study of physiology.


2. THE PLACE OF PHYSICAL EDUCATION IN OUR LIFE

Physical education complements education in virtue and knowledge. Moreover, both virtue and knowledge reside in the body. Without the body there would be neither virtue nor knowledge. Those who understand this are rare. People stress either knowledge or morality. Knowledge is certainly valuable, for it distinguishes man from animals. But wherein is knowledge contained? Morality, too, is valuable; it is the basis of the social order and of equality between ourselves and others. But where does virtue reside? It is the body that contains knowledge and houses virtue. It contains knowledge like a chariot and houses morality like a chamber. The body is the chariot that contains knowledge, the chamber that houses virtue. Children enter primary school when they reach the proper age. In primary school, particular attention should be paid to the development of the body; progress in knowledge and moral training are of secondary importance. Nourishment and care should be primary, teaching and discipline complementary. At present, most people do not know this, and the result is that children become ill, or even die young, because of studying. In middle and higher schools, stress should be placed equally on all three aspects of education. At present, most people overemphasize knowledge. During the years of middle school, the development of the body is not yet completed. Since today the factors favouring physical development are few, and those deterring it numerous, won't physical development tend to cease? In the educational system of our country, required courses are as thick as the hairs on a cow. Even an adult with a tough, strong body could not stand it let alone those who have not reached adulthood, or those who are weak. Speculating on the intentions of the educators, one is led to wonder whether they did not design such an unwieldy curriculum in order to exhaust the students, to trample on their bodies and ruin their lives.... How stupid! The only calamity that can befall a man is not to have a body. What else is there to worry about? If one seeks to improve one's body other things will follow automatically. For the improvement of the body, nothing is more effective than physical education. Physical education really occupies the first place in our lives. When the body is strong, then one can advance speedily in Knowledge and morality, and reap far-reaching advantages. It should be regarded as an important part of our study. Learning has its essential and its accessory parts, and affairs have their end and their beginning. To know what is first and what is last will bring one closer to the proper way. [From 'The Great Learning', one of the four Confucian classics]. This is exactly what I intend to say.


Propuesta de traducción

1. UNA EXPLICACIÓN DE LA EDUCACIÓN FÍSICA.

La educación física (EF) ayuda a mantener la vida. Oriente y Occidente difieren en su interpretación. Zhuāngzǐ siguió el ejemplo del cocinero, Confucio se basó en la lección del arquero y el auriga. En Alemania, la EF es la que ha adquirido mayor popularidad. La esgrima se ha extendido por todo el país. En Japón existe el bushido. Además, recientemente, siguiendo las tradiciones de nuestro país, el judo se ha desarrollado allí en un grado admirable. Al examinar estos ejemplos, vemos que todos ellos comienzan con el estudio de la fisiología.


2. EL LUGAR DE LA EDEN NUESTRA VIDA

La EF complementa la educación en la virtud y el conocimiento. Además, tanto la virtud como el conocimiento residen en el cuerpo. Sin el cuerpo no habría ni virtud ni conocimiento. Los que entienden esto son raros. La gente hace hincapié en el conocimiento o en la moral. El conocimiento es ciertamente valioso, pues distingue al hombre de los animales. Pero ¿dónde se encuentra el conocimiento? La moral también es valiosa; es la base del orden social y de la igualdad entre nosotros y los demás. Pero ¿dónde reside la virtud? Es el cuerpo el que contiene el conocimiento y alberga la virtud. Contiene el conocimiento como un carro y alberga la moral como una habitación. El cuerpo es el carro que contiene el conocimiento, la habitación que alberga la virtud. Los niños entran en la escuela primaria cuando alcanzan la edad adecuada. En la escuela primaria, se debe prestar especial atención al desarrollo del cuerpo; el progreso en el conocimiento y la formación moral son de importancia secundaria. La alimentación y los cuidados deben ser primarios, la enseñanza y la disciplina complementarias. En la actualidad, la mayoría de la gente no sabe esto, y el resultado es que los niños se enferman, o incluso mueren jóvenes, a causa del estudio. En las escuelas secundarias y superiores, se debe hacer hincapié por igual en los tres aspectos de la educación. En la actualidad, la mayoría de la gente da demasiada importancia a los conocimientos. Durante los años de la escuela media, el desarrollo del cuerpo aún no se ha completado. Dado que hoy en día los factores que favorecen el desarrollo físico son pocos, y los que lo impiden numerosos, ¿no tenderá el desarrollo físico a cesar? En el sistema educativo de nuestro país, los cursos obligatorios son tan densos como los pelos de una vaca. Ni siquiera un adulto con un cuerpo duro y fuerte podría soportarlo, y mucho menos los que no han llegado a la edad adulta, o los que son débiles. Especulando sobre las intenciones de los educadores, uno se pregunta si no diseñaron un plan de estudios tan difícil de manejar para agotar a los estudiantes, para pisotear sus cuerpos y arruinar sus vidas.... ¡Qué estupidez! La única calamidad que le puede ocurrir a un hombre es no tener cuerpo. ¿De qué otra cosa hay que preocuparse? Si uno busca mejorar su cuerpo, otras cosas le seguirán automáticamente. Para la mejora del cuerpo, nada es más eficaz que la educación física. La EF ocupa realmente el primer lugar en nuestras vidas. Cuando el cuerpo es fuerte, entonces uno puede avanzar rápidamente en el conocimiento y la moralidad, y cosechar ventajas de gran alcance. Debe considerarse como una parte importante de nuestro estudio. El aprendizaje tiene sus partes esenciales y sus partes accesorias, y los asuntos tienen su fin y su principio. Saber qué es lo primero y qué es lo último nos acercará al camino correcto. [De "El Gran Aprendizaje", uno de los cuatro clásicos de Confucio]. Esto es exactamente lo que pretendo decir.


Máo comienza diferenciando con bastante acento la visión de la EF occidental de la oriental; más concretamente de la china. Inserta también en sus primeras palabras referencias a dos pilares aparentemente antagónicos de su cultura, taoísmo y confucianismo. Sin embargo, ahonda en estos dos pilares para reforzar una imagen de unidad frente a lo extranjero, en concreto Alemania y Japón.


Este primer párrafo tiene un alto nivel simbólico si revisamos con detalle todos los elementos que se incluyen en él. Comienza diciendo que la EF ayuda a mantener la vida, resaltando con ello que es un objetivo común que posiblemente compartan todas las visiones del mundo sobre ella, pero reafirmando que ese es uno de sus más claros objetivos.


Es interesante que fije como primer punto la importancia de la EF para mantener la vida; también que finalice el párrafo con otro aspecto del mismo calado: el estudio de la fisiología como punto en común el que coinciden oriente y occidente. Lo hace delimitando así el conjunto de diferentes subdivisiones que va a aplicar posteriormente a lo largo del texto. En este primer párrafo separa los aspectos antagónicos internos de la propia cultura china y, por otro, todo aquello que marca la distancia cultural natural entre aquello que es chino y lo que no lo es.



Para el primer caso, podemos concluir que la cita de Zhuāngzǐ y de Confucio no son gratuitas, ni mero ornamento cultural del párrafo. Tienen un sentido más profundo que podemos vislumbrar precisamente por la tensión natural entre estas dos visiones filosóficas; una tirantez que otorga vitalidad y fuerza evolutiva al conjunto. Ambas son puramente chinas, no hay elementos budistas de por medio, con lo que cualquier complemento de origen foráneo queda excluido de esta reafirmación del carácter chino en su debate.



La alusión al ejemplo del cocinero de Zhuāngzǐ ahonda en la perspectiva de seguir la naturaleza de las cosas de forma espontánea, sin intervenir (Wu Wei), para lograr el alto nivel de eficacia que se logra gracias a la simple escucha de las leyes naturales y de seguir sus preceptos con concentración y abstracción.



Difiere en gran medida de la historia del auriga y el arquero de Confucio, que señala precisamente el modelo de seguimiento de la norma por encima de cualquier objetivo que reduzca la excelencia exigida respecto a dicho vínculo. Renunciar de algún modo al caos implícito en lo natural para afianzarse en la aparente seguridad propia de la norma establecida.


Seguir la norma artificial o seguir lo que dicta la naturaleza se convierten, en este entrelazado antagónico, en los dos extremos que definen con claridad la ambivalencia y subjetividad de cualquier espacio que queramos atrapar con precisión en el ámbito de la cultura china.


No obstante, aunque nos parece oportuno este comienzo, sobre todo el manejo sutil que hace de estos elementos de la filosofía, Máo vuelve a referenciar la marcialidad del conjunto cuando no habla en ningún caso de modalidades deportivas «no combativas»; hace alusión a actividades marciales, a la esgrima occidental o al bushido japonés, en particular en su vertiente más deportiva: el Judo. Recordemos que el Judo, aunque se señala siempre como una disciplina deportiva moderna, fue creado en 1882 por Jigoro Kano basándose en el Ju Jitsu tradicional.


Además, para el caso de Japón, señala que sus artes marciales derivan de las tradiciones de su país, es decir, de las artes marciales chinas, algo que es relativamente cierto en la mayoría de los casos.


En definitiva, entrevemos que pretende reivindicar la necesidad de darle a la EF la misma importancia que se le está dando en otros países (enemigos, más fuertes), sin perder la riqueza y potencial superior de la cultura china a la hora de articular el proceso formativo de esta.


En el segundo apartado, toda la reflexión se estructura en torno a un razonamiento de base: la dicotomía entre lo físico y lo mental para establecer un nuevo paradigma sobre la importancia de la actividad física en la educación; establece una jerarquía de orden en lo relativo a la EF en el ámbito formativo o educativo con respecto al conocimiento, la virtud y la moral.


Máo nos posiciona frente a un planteamiento lógico que no puede ser rebatido, ni en su época y su contexto, ni en nuestras circunstancias actuales: cualquier aspecto formativo final depende de que exista un cuerpo que contenga o desarrolle estos elementos secundarios. En primer lugar, lo físico, lo vital, lo imprescindible para, después, establecer todo aquello derivado de la acción de estos elementos fundamentales. Es una lógica que sigue desde el principio del ensayo: establecer como punto de partida aquello que es indiscutible para dar una base sólida a los argumentos en los que basan los postulados generales de su tesis.


En esta frase: «El cuerpo es el carro que contiene el conocimiento, la habitación que alberga la virtud», se anticipa a cualquier discusión sobre el valor de la EF en términos educativos integrales. Lo hace dando el espacio que corresponde a estos dos valores en juego, el conocimiento y la virtud, sin desconectarlos del cuerpo.


Sitúa ambos elementos en un marco corporal que, en su propia naturaleza, atiende a las necesidades específicas de cada uno de estos dos apartados. Establece el cuerpo como residencia de ambos, sin perder la necesidad de dinamismo que tiene el conocimiento, para el que el cuerpo se representa como un carro; ni la solidez fija que requieren los valores morales que se pretenden instaurar en el educado, que para el cuerpo se representa como una habitación fija.


Diferenciar la importancia de los valores inmutables respecto a todo aquello que es potencialmente revisable nos aproxima a una visión de la actividad física como un medio óptimo para adquirir los conocimientos y como una forma de consolidar los valores adquiridos. Sin embargo, advierte nuevamente del riesgo de cambiar arbitrariamente esta jerarquía.


«El aprendizaje tiene sus partes esenciales y sus partes accesorias, y los asuntos tienen su fin y su principio. Saber qué es lo primero y qué es lo último nos acercará al camino correcto».


El cierre del segundo apartado vuelve de nuevo a Confucio con este último párrafo. Una reafirmación de todo lo pretendido y el carácter de norma de la idea. Poner orden en la enseñanza y fijar como principal foco de atención a la actividad física, como un elemento prioritario e inseparable del conjunto educativo, es la norma que propone para evitar la catástrofe y estupidez que supone centrarse exclusivamente en el estudio teórico de los temas académicos.


En cualquier caso, la idea que se expone es hoy vigente y acertada al 100%. La educación formal oficial no ha entendido la importancia que tiene la EF en el rendimiento del alumno, en su capacidad de esforzarse, de concentrarse, de conocer y de conocerse a sí mismo. Comenzar por la fisiología, tal y como se expone en el ensayo, es una forma de empezar a entender el potencial real de la estructura desde las propias características estáticas y dinámicas de dicha estructura. Entender esto es fácil, pero parece que aplicarlo de forma práctica en la realidad educativa es prácticamente imposible.


Otorgamos la máxima importancia a la formación en conocimientos teóricos y morales. Pero lo hacemos en un periodo de la vida de las personas en las que estos elementos tienen el mínimo significado o sentido. La madurez necesaria para el estudio, comprensión e interiorización del conocimiento teórico y ético requiere que nuestro sistema nervioso, nuestro cerebro o nuestras circunstancias hormonales, entre otros muchos aspectos, estén estables y predispuestas.


Cada etapa de la vida tiene unas necesidades específicas esenciales y es más que evidente que la actividad física es uno de los factores que más influyen en la construcción de hábitos saludables desde las primeras etapas de la formación, tanto para el propio cuerpo como para el propio potencial de aprendizaje de los otros elementos del triángulo.


Según el Dr. Rodrigo Vargas Vitoria, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCM diferentes investigaciones demuestran que «el intelecto no solo se nutre del conocimiento, y que la actividad física regular y mantenida en el tiempo, en especial el ejercicio cardiovascular, puede producir cambios funcionales y estructurales en el sistema nervioso al liberarse un gran número de neurotransmisores o sustancias químicas como la serotonina, la dopamina, la adrenalina y la noradrenalina, entre otras, que modulan y consolidan determinados procesos cognitivos, como la memoria».


Es abrumadora la cantidad de estudios actuales que corroboran esta relación. En muchos de ellos se resalta la cantidad de sustancias que aumentan con el ejercicio físico, como el factor neurotrófico derivado del cerebro, así como el factor de crecimiento insulínico tipo 1 o el factor de crecimiento vascular endotelial, factores que pueden promover el aumento del número de neuronas, de los capilares sanguíneos y de las propias sinapsis interneuronales.


Tal y como señala el Dr. Vargas, «la práctica regular de la actividad física ayuda a optimizar el proceso del aprendizaje, mediante la secreción de una serie de sustancias químicas o protectores neurotróficos como el BDNF, que son facilitadoras de los procesos cognitivos, relacionados con la atención y la memoria. El ejercicio físico introducido desde edades tempranas podría llegar a reducir el riesgo de padecer enfermedades mentales a largo plazo como la depresión y la demencia senil».


Según un estudio publicado en 2009 por la revista científica Science, coordinado por Scott Steffensern, de la Universidad Brigham Young (Utah), se confirma que el BDNF es un regulador crítico de dependencia a numerosos fármacos. Después de la inyección de BDNF, se producen sustancias químicas que inhiben las neuronas que provocan dependencia y con ello el Craving.

Según todos estos estudios la realización de ejercicio físico a lo largo del tiempo produce mejoras en la atención, en las funciones ejecutivas, en la flexibilidad cognitiva, incrementa la plasticidad cerebral y mejora la capacidad de concentración, el control inhibitorio y la memoria de trabajo, mejorando las funciones del lóbulo frontal del cerebro.



Por estos motivos, en nuestra sociedad actual, este apartado del ensayo tiene todo el sentido del mundo. Sentar las bases del conocimiento y poder hacerlo desde un modelo educativo que integre la actividad física puede ser, por ejemplo, una forma de reducir la enorme cantidad de casos de TDAH diagnosticados actualmente en la infancia y juventud, epidemia que se ha multiplicado por 30 en los últimos años. Un síntoma evidente de que algo no lo estamos haciendo del todo bien.


Quizá, si no se atiende a esta necesidad de recuperar un cuerpo saludable en el que cultivar una mente sana y feliz desde las primeras edades, nos encontremos con un futuro como el descrito por el escritor Arthur C, Clark en su novela El fin de la infancia, en la que imaginó la desaparición de la humanidad a causa del hiperdesarrollo mental de los niños, un desarrollo en el que dejarían de tener cuerpo físico para convertirse en supermentes.


La enorme energía necesaria para el desarrollo y crecimiento de un cuerpo sano trastorna y pervierte su flujo en el contexto de una vida sin la cantidad de actividad física significativa que dio lugar a nuestra configuración anatómica, a nuestros cuerpos y a la forma de utilizarlos. Toda esa energía disponible, sin una vía para expresarse correctamente, corre el riesgo de pulsionarse en obsesiones o en extremos impropios de estas edades.


Según un informe del año 2015 elaborado por la ONU, los principales consumidores de pornografía online en el mundo eran niños y adolescente de 12 a 17 años. En España, más del 50% de los menores navegan de forma habitual en la red. El 95% de los mayores de 14 años tiene teléfono móvil con un uso habitual medio de 4 horas. La balanza de tiempos activos e inactivos parece no estar correctamente equilibrada ni protegida.


Nunca más que ahora ha sido necesaria la reflexión que realizó Máo en el siglo pasado respecto a la importancia de replantear el papel de la EF en el ámbito educativo. Tenemos monstruos mucho más peligrosos a los que enfrentarnos en nuestra protección de la infancia y la juventud. Es fundamental que les demos las herramientas necesarias para que mantengan su equilibrio, para que expresen y consuman su energía de forma productiva y para que comprendan que en un cuerpo sano es más probable que puedan cultivar una sana mentalidad hacia sus vidas y hacia la vida social de la que todos formamos parte.


El craving se define como el deseo o ansias por introducir una sustancia en el cuerpo. La American Psychiatric Association ha propuesto que, para adicciones conductuales, que implican el realizar algún tipo de acción, se consideren los mismos criterios que para una adicción a sustancias.) que sufren las personas con dependencia a las drogas.

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