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Cifras inadmisibles

No hay un día en que no nos encontremos de frente con una noticia sorprendente. Lo habitual es que estas sorpresas tengan algo que ver con un suceso negativo o, simplemente, increíble para los tiempos que corren. Parece que en el mundo no ocurren cosas buenas o que, en el mejor de los casos, lo terrible vende más a nivel mediático.


Y es que parece que en algunos campos de la vida la cosa no termina de cambiar a mejor con el paso del tiempo. Hace unas semanas pude leer la siguiente noticia: La cruda realidad de lo que ocurre en Francia: “Cada día 57 mujeres son víctimas de violación”


En principio pensé que se trataba de un error de redacción ya que me parece absolutamente increíble que existan diariamente 57 violaciones de media en un país como Francia. Una cifra inadmisible, pero que se pierde en el mar de las estadísticas que compara lo mejor y lo peor de cada país para que, quizá, las grandes catástrofes ajenas nos hagan valorar mejor las pequeñas catástrofes propias.


Y con estos datos en la mochila comencé a indagar un poco para ver si esto era o no realmente cierto, y pude comprobar que lo eran. El siguiente paso que seguí fue revisar la información disponible sobre esto respecto a España. Los datos siguieron siendo igualmente alarmantes: en lo que va de año, en concreto hasta el primer trimestre, se han producido en España 544 violaciones: 544 ¿Hay quien pueda frivolizar con comparativas de datos sobre un tema tan preocupante? ¿Qué está pasando?



Si observamos el siguiente gráfico, veremos que la tendencia es creciente. Algo no funciona bien cuando todo el dinero destinado a políticas para parar esto no solo no está consiguiendo nada, parece no poder parar el crecimiento continuo de una tendencia inadmisible.



Desde el ámbito de la defensa personal entendemos la violación como un elemento digno de estudio, que cumple una serie de pautas que pueden y deben ser analizadas de forma pormenorizada para enfrentarse realmente al problema. Lejos de cualquier retórica populista, debemos admitir la información real sobre el tema y asumir, como en casi todo, que el primer pilar de nuestra seguridad está anclado en nuestra capacidad de asumir responsabilidades personales al respecto. Para hacerlo debemos estar preparadas, conocer el contexto, sus detalles y disponer de los recursos técnicos, tácticos y estratégicos para poder amargarle el día al que lo intente.


Esto no quiere decir que podamos establecer una forma concreta universal de defendernos ante un intento de violación, o que tengamos absolutas garantías de éxito en nuestra acción defensiva final. Debemos conocer los detalles que llevan la situación hasta ese punto para poder anticipar nuestros diferentes estratos de respuesta, empezando siempre desde los más seguros y con menos compromiso para nuestra seguridad. El objetivo será siempre minimizar el riesgo, intentar evitarlo o reducir al máximo las consecuencias de la situación,

el primer pilar de nuestra seguridad está anclado en nuestra capacidad de asumir responsabilidades personales

Aunque las violaciones pueden ocurrir en cualquier lugar, con cualquier persona y a cualquier hora, existen elementos generales que nos pueden ayudar a establecer correctamente el punto de partida de nuestra observación y orientación en autodefensa.


Aunque estos datos cambian según cada país, lo lógico es conocer el fenómeno en España antes de analizar la misma situación en países a los que tengamos pensado viajar. Lo inmediato siempre es más urgente que lo venidero.



Según un informe publicado por el ministerio del interior (nota 1), el 46,1% de estos delitos ocurren de noche, en condiciones de iluminación y visibilidad reducidas, en fines de semana, con especial incidencia los domingos. En este informe se señala también que el periodo de mayor incidencia durante el año se enmarca en los meses de junio a septiembre.


Las condiciones propias de la noche nos llevan a incluir en el análisis la posibilidad de alcohol, drogas y apertura a conocer a otras personas desconocidas con las que retirarnos a lugares menos transitados.


Una parte importante de estas agresiones (42%) se suelen producir en la vía pública. Le siguen como espacios de incidencia la vivienda (19%) y la zonas comunes de las viviendas (10%). Otro dato muy esclarecedor es que en el 50% de los casos, víctima y agresor, suelen recorrer menos de mil metros hasta llegar al lugar final del delito. En el caso de mayores de edad o con uso de vehículos, estas distancias pueden ser superiores.


De estos datos podemos obtener información importante respecto a las zonas, horarios y periodos de mayor riesgo a la hora de establecer nuestros protocolos de observación y de orientación. Debemos recordar que existe toda una hoja de ruta en el proceso final delictivo y que, cuanto antes detectemos el comienzo del proceso, antes podemos evitarlo, derivarlo o prepararnos correctamente para hacerle frente.


El perfil del violador en España también está descrito en este informe con todo lujo de detalle. Entender que se trata de una muestra y que pueden existir tantos perfiles que se salgan de este patrón como diferentes tipos de personas transitan por el mundo nos ayudará a no bajar la guardia en ninguna circunstancia.



En la mayoría de los casos se trata de un hombre joven, de entre 18 y 35 años y sin ninguna relación conocida con la víctima. Aunque la media de edad se sitúa en 35,5 años, la edad más frecuente es la de 28 años. Las agresiones con penetración suelen predominar en la franja de edad inferior a los 36 años. A partir de esa edad, las agresiones sin penetración se disparan.

existe toda una hoja de ruta en el proceso final delictivo

La elaboración del perfil de referencia mayoritaria tiene un claro objetivo para nuestro modelo de autodefensa. Nos permite representar un modelo de agresor tipo al que tenemos que enfrentarnos. Aunque este dato nos puede ayudar bastante en la fase de observación y orientación, no debemos olvidar que para la fase operativa de la acción nos podemos encontrar con oponentes de muy diversas configuraciones anatómicas, perfiles psicológicos y capacidad real para la violencia.


Por este motivo, el entrenamiento debe estar enfocado desde esa base hacia la diversidad de posibles escenarios y oponentes ya que no podemos determinar con antelación cuál va a ser la situación a la que nos enfrentemos. Si sabemos que una gran parte de los violadores están en una franja de edad cercana a los 28 años, es más probable que nuestro potencial oponente virtual tenga una condición física y cualidades menos deterioradas que un individuo tipo de mayor edad.

nos podemos encontrar con oponentes de muy diversas configuraciones anatómicas

Pese a disponer de estos datos generales, estos nos indican que no existe un único prototipo de violador. Por este motivo, conocer las características más comunes de violadores reales nos permitirá enfocar mejor el análisis de cada situación. Veamos algunas de estas características:


1. Puede ser una personal absolutamente normal en su relación social.

2. Optan por víctimas que consideran físicamente más débiles o vulnerables.

3. No busca exclusivamente sexo, sino que también y especialmente lo que se busca es el ejercicio del poder.

4. Muestran elevados niveles de frustración y sentimiento de inferioridad

5. Baja anticipación o pensamiento sobre las consecuencias

6. Baja o nula empatía.

7. Han sido testigos de abusos continuados o maltratados/abusados en su infancia.

8. Se consideran legitimados desde una visión moral distorsionada.

9. No son enfermos mentales.


Dejamos para el plano político y policial todas las contramedidas que en términos e educación, legales, carcelarios o policiales deban tomarse para paliar estos datos insoportables. Nuestro trabajo consistirá en detectar correctamente las amenazas y entrenar lo suficiente, con inteligencia, para tener la mayor capacidad posible para enfrentarnos a ellas.


DATOS COMPLEMENTARIOS DE INTERÉS


Un caso real en el que se describe una acción defensiva ante una situación de intento de violación.


10 datos de Amnistía Internacional sobre la violencia sexual que debes conocer

1. Más de 2,8 millones de niñas y mujeres han sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. (Macroencuesta 2019).

2. El 84% de las víctimas de delitos sexuales contra la libertad e indemnidad sexual son mujeres. (Ministerio Interior, 2020).

3. Y el 96% de los responsables de estos delitos de violencia sexual son hombres. (Ministerio Interior, 2020).

4. En 2020, de las 12.769 víctimas de violencia sexual, 10.798 fueron mujeres. (Ministerio Interior, 2020).

5. Del total de delitos de violencia sexual contra las mujeres, el 45% fueron por abuso sexual, el 13,5% fueron agresiones sexuales y el 12% fueron agresiones sexuales con penetración. (Ministerio Interior 2020).

6. Las mujeres que sufrieron una agresión sexual con penetración fueron 1.314, lo que significa que 4 mujeres son violadas al día en España. (Ministerio Interior 2020).

7. Casi dos millones de mujeres de 16 o más años (1.810.948) han sufrido violencia sexual de alguna pareja o expareja a lo largo de sus vidas. (Macroencuesta 2019).

8. El 86% de las mujeres que han sufrido violencia sexual de su pareja actual afirman que ha sucedido en más de una ocasión. (Macroencuesta 2019).

9. Las mujeres con discapacidad sufren porcentualmente una mayor violencia sexual o física por parte de sus parejas, 20,7% frente al 13,8% del resto de mujeres. (Macroencuesta 2019).

10. Se estima que sólo un 21,7% de las mujeres que sufren alguna forma de violencia por parte de sus parejas lo denuncia, y más de la mitad de las que denunciaron declaran que la policía mostró escaso interés e hizo poco por resolver su caso. (Macroencuesta 2019).


Referencias bibliográficas

  • Cáceres, J. (2001). Parafilias y violación. Madrid: Editorial Síntesis.

  • Burguess, A. G.; Burguess, A.W.; Douglas, J. & Ressler, R. (1992). Crime Classification Manual. Lexington Books.

  • González, E.; Martínez, V.; Leyton, C. & Bardi, A. (2004). Características de los abusadores sexuales. Rev. Sogia; 1(1): 6-14.

  • Marshall, W. (2001). Agresores sexuales. Estudios sobre la violencia. Ed. Ariel. p. 107


Nota 1: El estudio se basa en datos sobre las denuncias recibidas por Interior durante los años 2009 a 2013 y en más de 600 atestados policiales sobre agresiones o abusos sexuales cometidos principalmente en 2011 en casos en los que no había un vínculo previo entre víctima y agresor.


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