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Define tus objetivos con claridad


Manuales de entrenamiento de Wushu University


«Los objetivos no sólo son necesarios para motivarnos. Son esenciales para mantenernos vivos.»

Robert H. Schuller


Si estás pensando en comenzar a practicar artes marciales, te queremos dar un consejo fundamental: DEFINE CON CLARIDAD CUÁLES SON TUS OBJETIVOS. Básicamente debes responder con cierta precisión a una pregunta importantísima: ¿por qué quieres hacerlo?


A veces tomamos decisiones que tienen una proyección indeterminada en el tiempo. Decisiones tomadas en un momento determinado, pero que no hemos proyectado en un futuro a medio y largo plazo y, quizá lo más importante, sin reflexionar sobre aquellos motivos que nos están empujando en esa dirección.


Es desolador ver cómo muchas personas tiran meses de esfuerzo y sacrificio a la basura simplemente por no haberse hecho esta pregunta, o por no haberla resuelto de forma sincera en el momento apropiado.


Los motivos para iniciarse en la vía marcial pueden ser muchos, unos más profundos y otros menos. Soy de la opinión de que, al comienzo del entrenamiento, no importa si el motivo es profundo o superficial, lo que verdaderamente importa es si responde a una necesidad real relacionada con la naturaleza del arte y si podemos definir objetivos claros y organizados sobre ese motivo inicial.


La práctica no es un medio directo para alcanzar un fin específico. Es un proceso en el que nos vamos transformando a medida que vamos adquiriendo habilidades, conocimiento y comprensión de lo que hacemos. Por este motivo, no me gusta hacer enfoques de gran profundidad al comienzo del entrenamiento ya que, nos guste o no, esta visión va a ir cambiando según vayamos evolucionando en nuestra práctica.


Esta importancia a la hora de definir los objetivos es uno de los pilares que garantiza un cierto nivel de adherencia en los primeros meses de práctica, el tiempo que necesitamos hasta crear el hábito saludable de entrenar. Debemos utilizar un modelo de objetivos organizados para apoyar nuestra decisión y la consecución de metas y logros que hemos definido de partida.


«lo que verdaderamente importa es si responde a una necesidad real relacionada con la naturaleza del arte y si podemos definir objetivos claros y organizados sobre ese motivo inicial»

Aunque es posible que nuestros objetivos se vayan transformando con el paso del tiempo (y del entrenamiento), seguirán influyendo en algunos aspectos de nuestra práctica que determinarán nuestro desarrollo en los subsiguientes estadios de mejora. Por este motivo, es fundamental que sean reales, precisos, posibles y que estén organizados en un orden lógico de consecución.


Esta estructura de organización obedece a las leyes naturales de la progresión que son, entre otras más que iremos descubriendo por nosotros mismos: ir de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo, de lo cómodo a lo incómodo, de lo comprensible a lo abstracto, de lo físico a lo espiritual, de las unidades a los conjuntos, del aprendizaje a la creación. Entre cada uno de estos dos polos, para cada caso, hay miles de matices que iremos descubriendo si mantenemos la actitud de aprendizaje y humildad necesaria durante todo el proceso.



Pero ojo, objetivos como la pérdida de peso, el contacto social o el desfogue físico, no son realmente objetivos directos que tengan mucho que ver con la propia estructura interna de un arte marcial tradicional. Se pueden cubrir estas necesidades con opciones más atractivas, menos exigentes y con tiempos de desarrollo más coherentes que los que nos exige el desarrollo de una disciplina diseñada y evolucionada por y para guerreros.


Muchos alumnos acaban abandonando la práctica porque esta no responde directamente a estas necesidades o, en el peor de los casos, piden al profesor que modifique su estructura docente para cubrir este espectro de elementos que son más propios de otras vías diferentes.


No es por desmoralizar a nadie, pero el que pretende tan solo cambiar su físico, echar un rato con los amigos o divertirse con novedades permanentes se ha equivocado de segmento. La práctica tendrá todo eso, pero será el resultado colateral de ir hacia objetivos más relacionados con el arte.

«es fundamental que sean reales, precisos, posibles y que estén organizados en un orden lógico de consecución.»

Recuerda que tienes que aprender estructuras, reconocer limitaciones, estudiar modelos diferentes de acción. Tendrás que vigilar tus emociones y descubrir tus pros y tus contras en situaciones a las que posiblemente no te has expuesto hasta ese momento. Tendrás que aceptar que hay un guía que ha recorrido mucho territorio antes que tú y del cuál tienes mucho que aprender antes de empezar a imaginar.


La tradición marcial no se diseñó como una forma de divertimento o de consumo estimulante de tiempo libre. Abarca la autodefensa, el autocontrol, la disciplina, los valores morales del guerrero y la espiritualidad real que confiere el temple del combate interior y exterior. Es un campo de estudio de las interacciones en contextos de violencia, imprevisibilidad, estrés y alta demanda de actividad física.


Nuestro consejo es que, si quieres practicar artes marciales, antes de nada, revisa tus motivos, define tus objetivos y organízalos correctamente. Con ello conseguirás asegurarte los sólidos cimientos de un modelo que, sin duda alguna, comenzará a transformar tus superficies desde el primer día para cultivar y hacer aflorar, con acierto y firmeza, tus mejores interioridades de cara a un mundo real e imprevisible.


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